Querida Mamá,
Lo que quiero decirte, es
que, aunque te enfadas muy a menudo y muchas veces me gritas un montón, siempre
has estado a mi lado para lo que hiciera falta y siempre me dabas consejos
cuando estaba confundida, como por ejemplo, con los deberes (aunque papá me
ayude más en ese tema).
Cuando era pequeña, eras muy
protectora conmigo, lo cual, ha hecho que no me pase nada malo, ahora, como soy
más mayor, no estás tan pendiente de mí, pero sigues siendo igual de protectora
que antes. Siempre me estás diciendo, “vigila con los coches” o “mira antes de
cruzar la calle”, cosa que ya se, ya que me lo has dicho miles y miles de veces,
pero bueno, es algo típico de una madre, ¿no?
Cuando estoy resfriada,
siempre estás encima de mí diciéndome a todas horas “tómate esto, tómate
aquello”, porque, ya me conoces, y mi cabeza no está nunca pendiente de tomarme
la medicina y nunca me acuerdo.
Siempre me dejas traer a
todas las amigas que quiera a casa y nunca me castigas, aunque, reñirme lo
haces muy severamente. Por mucho que te molesten, nunca dices nada, te
comportas muy bien con ellas, y siempre las invitas a comer algo.
Bueno, resumiendo, eres un
poco borde, pero siempre estás ahí cuando se te necesita, me ayudas a todas
horas, cuando hago algo malo no me castigas, me proteges como a un tesoro y
nunca me dejas sola cuando te necesito. Para mí, siempre serás una madre
estupenda y muy buena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario